La calidad del aire que respiramos es fundamental para nuestra calidad de vida. Es por ello que siempre se recomienda ventilar las estancias abriendo las ventanas unos minutos todos los días para renovar el aire y que éste no se cargue en exceso. No obstante, la tecnología está aquí para ayudarnos, y no solo podemos echar mano de estos métodos sencillos y tradicionales, sino que también tenemos dispositivos electrónicos sofisticados que sirven para sustituir el aire de un recinto cerrado.
En Climaire Galicia estamos especializados en todo tipo de instalaciones de sistemas de climatización. Estos aparatos sirven, como hemos dicho, tanto para purificar el aire y eliminar el polvo y las partículas nocivas presentes en el ambiente, como para calentar o refrigerar espacios y así obtener un mayor confort térmico.
Como expertos en este sector con más de 30 años de experiencia, a continuación te vamos a contar cómo funcionan los sistemas de ventilación. ¡Sigue leyendo con nosotros y toma nota!
Tipos de sistemas de ventilación
En primer lugar debemos aclarar que no todos los sistemas de ventilación son iguales. A grandes rasgos podemos dividirlos en dos apartados: centralizados y autónomos. Los primeros están pensados para actuar a la vez en grandes superficies, como un hotel, un edificio de oficinas o una vivienda particular al completo. Por otro lado, los segundos se encargan de refrigerar y ventilar solamente los lugares en los que son instalados.
Ya centrándonos en el apartado del funcionamiento, los sistemas de ventilación pueden ser de flujo simple o de doble flujo. Los de flujo simple renuevan el aire y los de doble flujo, como su propio nombre indica, tanto extraen como aportan aire. Por tanto, estos últimos son más eficientes y sofisticados, el presente y el futuro.
Funcionamiento de los sistemas de ventilación
Para desempeñar las funciones para los que han sido diseñados, es decir, lograr la humedad relativa adecuada, acondicionamiento térmico óptimo y ventilación, esta clase de aparatos utilizan un ciclo de compresión de vapor que opera a través de un material refrigerante que circula dentro de un circuito cerrado. Cuando este material se comprime aumenta su temperatura y si se expande se reduce, brindando de este modo calor o frío en función de las necesidades del usuario.
El compresor y la bobina de condensación se encuentran en la parte externa del sistema, mientras que la parte interior es a la que llega el líquido condensado para ser tratado por la válvula reguladora para circular y terminar por filtrarse hacia los conductos de canalización.
Empresa de energías renovables y sistemas de ventilación en Vigo
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